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Contracturas musculares. Prevención y tratamientos.

Contractura muscular se define como una contracción mantenida e involuntaria del músculo. Esta situación causa una disminución del aporte sanguíneo, acumulándose sustancias de deshecho/tóxicas y enviando señales nociceptivas al cerebro mediante las terminaciones nerviosas del tejido muscular, generando así dolor.

El grado de lesión reside en la prolongación de esta contracción. En la zona de la contractura se percibe un abultamiento, lo que comúnmente se conoce como “nudo”.

Tipos de contracturas musculares

  • Durante un esfuerzo elevado: ya sea por la intensidad de la actividad o por la falta de entrenamiento, el organismo es incapaz de depurar las sustancias de deshecho, acumulándose y generando dolor e inflamación.
  • Posterior al esfuerzo: donde el músculo es incapaz de volver a su estado natural de relajación por la fatiga acumulada.
  • Residuales: después de una lesión grave como puede ser una fractura, rotura muscular, etc. la musculatura contigua a la zona lesionada se contractura como mecanismo de protección. Superada la lesión, es habitual que permanezcan las contracturas.

¿Por qué aparecen?

Son varios los motivos por los que pueden producirse las contracturas, entre ellas se encuentran:

  • Sedentarismo, al realizar un esfuerzo el músculo no está adaptado.
  • Mantenimiento de una postura de forma prolongada.
  • Edad avanzada, ya que los músculos pierden su capacidad y cualidades.
  • Estrés constante.
  • Deporte de impacto.
  • Deshidratación que ocasiona falta de magnesio, potasio, glucosa o sodio y provoca un mal funcionamiento de las células musculares.

El estrés es una de las principales causas que generan contracturas musculares

Prevención

Lo más importante es una buena prevención siguiendo una serie de pautas:

  • Calentamiento previo a la actividad física/deportiva.
  • Aumento progresivo de la intensidad de cargas (de menos a más).
  • Flexibilidad.
  • Higiene postural.
  • Estirar cada 2h durante 2-3 minutos.
  • Beber suficiente agua y de forma regular.
  • Dieta equilibrada.
  • Evitar el estrés y dormir las horas necesarias de sueño.

Cuando la contractura ya se ha producido, el tratamiento que se puede seguir es variado:

  • Termoterapia superficial y profunda mediante Indiba e infrarrojos.
  • Masoterapia y estiramientos musculares.
  • Tratamiento osteopático.
  • Punción seca.
  • Vendaje neuromuscular.
  • Electroterapia.
  • Etc…

Desde Clínica Atlas ofrecemos tratamientos combinados y adaptados a cada paciente en función de la característica de su lesión y del contexto laboral y/o deportivo.

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